Tareas urgentes

(Artículo publicado en Revista Agenda, junio de 2009)

El próximo 1 de julio tomará posesión el nuevo gobierno de la República. Hay muchas cosas que arreglar en nuestro país, pero hay unas más urgentes que otras. En este artículo examino las situaciones que considero más apremiantes que deberá afrontar el gobierno entrante, desde el primer día de su mandato.

Seguridad ciudadana

Nunca como ahora, el panameño se sintió tan aterrado de salir de su casa, e incluso en su propia casa. Los delitos violentos (homicidios, robos, violaciones, secuestros), están a la orden del día, especialmente en la ciudad capital. La política del gobierno saliente no ha sido efectiva, y esto debe reconocerse. Cuando algo no resulta, sólo los tontos continúan haciéndolo y esperan resultado distinto.

Algunas cosas son tan obvias que cualquier persona, sin ser experta en seguridad, lo entiende. Es absurdo esperar que los policías puedan enfrentarse con revólver calibre .38, a mafias organizadas que están bien provistas de armas automáticas (que disparan ráfaga). Otra facilita, es que los agentes de policía deberían tener un seguro de vida y seguro médico privado, pagado por el Estado. Actualmente, si un agente muere en el cumplimiento del deber, lo único que recibe su familia es una pensión mínima que le paga la Caja del Seguro Social, y que resulta sumamente inadecuada. ¿Cómo exigirle a un policía que arriesgue su vida por nosotros, y luego cuando perece haciéndolo, le decimos a su viuda e hijos que se las arreglen como puedan?

Por otro lado, que las autoridades evidentemente no están logrando combatir el crimen, tampoco permiten a los ciudadanos ejercer su propia defensa. La Administración saliente ha tenido por política, en el Ministerio de Gobierno y Justicia, hacer la vida imposible a quien solicita una licencia para portar arma de fuego. El Ministerio de Gobierno y Justicia incluso presentó ante la Asamblea Nacional un anteproyecto de ley que en la práctica hubiera significado el desarme de la población civil que sólo busca armarse para defenderse de los malhechores. Hay que cambiar esta política de ni hacer ni dejar hacer, máxime cuando está claro que el problema no son las armas de fuego, sino los delincuentes armados, y éstos se aprovisionan en el mercado negro con armas de contrabando infiltradas por el crimen organizado. Como dicen los norteamericanos, si se criminalizan las armas, los únicos que tendrán armas serán los criminales.

Flat Tax y reducción de impuestos

El Presidente Electo Ricardo Martinelli manifestó durante su campaña electoral, que de llegar a la Presidencia promovería cambiar el régimen de impuesto sobre la renta a uno de Flat Tax o de tasa plana, como el que rige en países como Irlanda, Estonia, República Checa, y que desde su establecimiento ha impulsado exponencialmente la inversión privada en tales países. Esta es una de las cosas que, de lograrse, tiene el potencial de empujar a Panamá sustancialmente hacia el desarrollo económico. Siempre y cuando, claro está, la tasa impositiva que se establezca sea relativamente baja.

Miembros del equipo que preparó la propuesta económica de Ricardo Martinelli durante su campaña, han manifestado que la tasa impositiva estaría entre 12% y 17% para personas naturales, y entre 18% y 22% para personas jurídicas. Pero el flat tax es mucho más que meramente una tasa plana relativamente baja. También busca simplificar el sistema tributario eliminando la doble tributación, pues las ganancias se gravan una sola vez en su fuente. Así, debe irse el impuesto a las ganancias de capital, pues constituye una doble tributación y, como expuse en el artículo de esta misma columna el mes de noviembre de 2008, es un impuesto confiscatorio.

Además, debe eliminarse todos los impuestos cuya recaudación es escasa o nula y cuya administración resulta más onerosa que lo que aporta a los ingresos tributarios. Son bastantes.

Transporte urbano

La ciudad capital no aguanta más en el caos que a diario tenemos que vivir quienes tenemos que movilizarnos dentro de la ciudad. Los corredores Norte y Sur, inaugurados hace ya más de diez años, cumplen una función pero no son suficientes para resolver el problema. El tráfico en las áreas céntricas de la ciudad se vuelve intratable durante las horas pico, e incluso hay áreas que a cualquier hora del período diurno son de difícil tránsito. Muchas personas toman hasta 4 o 5 horas diarias simplemente en transportarse desde y hacia sus lugares de trabajo.

El gobierno saliente se propuso durante su mandato solucionar este problema con la instauración de un nuevo sistema de transporte masivo urbano, pero no le alcanzó el tiempo. El Presidente Electo ha prometido que la ciudad capital tendrá un metro o subterráneo durante su mandato, lo que vendría a ser un sistema de transporte masivo moderno. Este es un proyecto que tomaría entre 4 a 5 años construir, y por tanto hay que comenzar de inmediato.

El problema va más allá de construir un metro. Los espacios para estacionamiento en la ciudad son obviamente insuficientes para la cantidad de vehículos que hay. Lo vemos en el hecho que las calles y avenidas son usadas como estacionamiento (por ejemplo, todas las calles y avenidas del barrio El Cangrejo, la Ave. Cuba, y otras vías importantes. Este es un problema que deberá atacar conjuntamente el Gobierno Nacional con el Municipio de Panamá, para facilitar la construcción masiva de parques de estacionamiento privados y así poder usar las calles y avenidas para lo que se construyeron originalmente y no para estacionar.

Titulación masiva de tierras

El gobierno entrante debe acabar con la precariedad de la propiedad privada sobre la tierra. Desde la aprobación del Código Agrario durante la década de 1960 se está tratando de titular las tierras en todo el país a favor de sus actuales poseedores. Pero al ritmo que vamos, esto es cosa de nunca acabar. Lo que debe hacer la Administración entrante es instaurar un proceso simplificado por el cual las personas puedan titular su tierra sin necesidad de abogados, notarios ni papeleos costosos. Un verdadero programa de titulación masiva.

Esto requerirá el compromiso genuino desde el propio Presidente, pues requiere dotar de los recursos necesarios a las instituciones encargadas. Mientras no se den los recursos para esta importante labor, jamás se logrará el objetivo, cual es hacer de Panamá una sociedad de propietarios. Las sociedades libres son aquellas en las que los ciudadanos son dueños de su tierra. Tal es el origen de las repúblicas desde la Antigüedad. Tanto las ciudades-estado griegas como Roma, surgieron como repúblicas porque tenían una ciudadanía propietaria. No es sólo un tema económico sino político y sociológico.

En fin, nadie sensato espera que en cinco años sean resueltos todos los problemas del país, pero los arriba mencionados son problemas que este país no aguantará por más tiempo. El nuevo gobierno deberá concentrar sus esfuerzos en darles solución.