Riesgos de inversión


(Artículo publicado en Revista Agenda, julio de 2011).

Toda inversión tiene una variedad de riesgos a los que se enfrenta, que pueden resultar en la pérdida total o parcial del capital invertido, y/o de los retornos esperados. Es crucial que todo inversionista conozca y se familiarice con los diversos tipos de inversión, para hacer una evaluación apropiada de los riesgos a los que se expone con cada inversión, y así poder administrar mejor dichos riesgos.

El espacio de este artículo no es suficiente para tratar todos los tipos de riesgo de inversión que existen, pero podemos ver de manera general, al menos algunos de los más importantes.

Riesgo de crédito

Es el riesgo que un acreedor pierda dinero, como resultado de que un deudor incumpla pagos acordados de la deuda (ya sea intereses, capital o ambos).  Cualquier evento de incumplimiento se conoce en el mundo financiero se conoce más como un impago de deuda, y abarca no sólo la falta total o parcial de un pago programado, sino también situaciones en que el pago es realizado íntegro, pero en fecha tardía (la pérdida en este caso para el acreedor va por una reducción de su flujo de caja, además del costo de oportunidad).

Este riesgo es relevante respecto de títulos que representen obligaciones crediticias, como bonos, notas, valores comerciales negociables, certificados de depósito.  Es un riesgo controlable mediante el uso de herramientas de evaluación financiera, como las razones financieras (ratios), que permiten hacer estimaciones cuantitativas del mayor o menor riesgo de crédito de una empresa y por tanto de sus emisiones de deuda (principalmente razones de apalancamiento, que miden qué tan endeudada está la compañía versus los activos, o versus el capital con que cuenta).

Y aparte, está la diversificación: no invertir toda la cartera (ni más allá de un determinado porcentaje prudencial) en el mismo título ni en títulos del mismo emisor.

Riesgo de liquidez

La liquidez de un activo, se refiere a la mayor o menor facilidad con que dicho activo puede ser vendido en el mercado con rapidez, y por tanto convertido en dinero efectivo, sin tener que hacerlo a un precio sustancialmente inferior a su valor de mercado.  En el caso de instrumentos financieros que se negocian en mercados organizados (bolsas), y sobre las que se da regularmente un alto volumen de transacciones, es decir, hay mucha gente siempre dispuesta a comprar y mucha gente dispuesta a vender, se dice que hay liquidez.  La principal ventaja de esto es que, al haber gran demanda y oferta, el spread (diferencia entre el monto de la oferta más baja de venta menos el monto de la oferta más alta de compra) se reduce y a unos pocos centavos.

El riesgo de iliquidez, en el contexto de inversiones, consiste en la posibilidad de que, al momento que el inversionista tenga que deshacerse de un activo en particular, dicho activo no tenga una demanda importante en el mercado y como consecuencia no se pueda liquidar, o que se pueda liquidar pero teniendo que hacerlo a un precio susancialmente por debajo de su valor estimado de mercado.  Ejemplo: un número X de acciones de AAPL (Apple, Inc.,) tiene una gran liquidez en la bolsa de NASDAQ, ya que puede venderse en cuestión de segundos, a valor de mercado; en tanto que una residencia se considera bastante ilíquida, dado que encontrar comprador para una casa, a precio cercano a su valor de mercado estimado, es algo que normalmente puede tomar meses o hasta años.

Riesgo de mercado

Consiste en el riesgo de que el valor de mercado de una cartera se vea mermado ante una baja  reducción generalizada en los precios de instrumentos financieros en los mercados respectivos.  Es decir, el riesgo que una cartera pierda valor, no por circunstancias peculiares a los instrumentos contenidos en dicha cartera, sino debido a una merma del mercado en general (bear market).  Tradicionalmente se considera que este riesgo no es diversificable, es decir, la mera diversificación de cartera no sirve para mitigar este riesgo, debido precisamente a que se da cuando el mercado en general está en retroceso.

Por ejemplo, una cartera compuesta de acciones de compañías, puede ver reducido su valor ante un mercado bajista (bear market) generalizado.  Un mercado a la baja no necesariamente implica que todos los instrumentos que allí se negocian están a la baja, sino que en general, el promedio de los valores cotizados en dicho mercado, están a la baja.  Es por esto que este riesgo no es diversificable, que no es lo mismo que decir que no sea posible manejarlo.

Una manera efectiva de proteger una cartera frente al riesgo de mercado, consiste en el uso de contratos de opciones sobre instrumentos indiciarios del mercado en el que se está participando.  Por ejemplo, si tengo una cartera compuesta principalmente con acciones de compañías norteamericanas, puedo comprar Puts (opciones de venta) de instrumentos derivados del SP 500 (índice que lista las quinientas compañías norteamericanas más representativas del mercado accionario, a juicio de Standard & Poor’s.).

Riesgo operacional

Si usted invierte en acciones, usted está expuesto a riesgos operacionales de cada una de las compañías en que tiene acciones.  El riesgo operacional es el de sufrir pérdidas con motivo de procesos, personal o sistemas inadecuados o fallidos, o por eventos de carácter exógeno.  Por ejemplo, si tiene usted acciones en una compañía aérea X, y por cualquier motivo un buen día la fuerza laboral sindicalizada de dicha compañía decide irse a huelga, usted experimentará pérdidas (lo más probable es que el precio de la acción de dicha compañía sufra mermas importantes en el mercado en que se negocie) debidas al riesgo operacional.

En cuanto a factores externos que pueden generar pérdidas poner riesgo operacional, está por ejemplo la posibilidad de que disputas con proveedores cruciales tenga por efecto la suspensión del proceso productivo en alguna de las líneas de producción.  El riesgo operacional es diversificable.

Riesgo país

Si tengo acciones en una compañía minera con importantes operaciones en algún país suramericano, por ejemplo, y un buen día el gobierno de dicho país decide nacionalizar las operaciones mineras, la compañía sufrirá pérdidas y, por tanto, el precio negociado de la acción también sufrirá.  Hay actividades que son más susceptibles que otras, al riesgo país, como por ejemplo, la actividad minera.  El riesgo país es, por supuesto diversificable.

Resumen

Los antes expuestos riesgos no son los únicos tipos de riesgo financiero.  Están entre los más importantes, pero hay otros riesgos con los que debe familiarizarse todo el que desea invertir en mercados organizados.  Algunos de estos riesgos son más manejables que otros, y algunos no tanto.  Pero lo importante es recordar que invertir y apostar son dos actividades totalmente distintas.  La primera es una en la que se está consciente de los riesgos, y se establecen estratagemas racionales para su mitigación.